13 de enero de 2012

Reflexión final: Leslie Reynero

Al comenzar la cátedra, el planteamiento de mis objetivos iban en base a adquirir conocimientos y aplicarlos en un "marco ético". Pues bien, al pasar las semanas comprendí que la ética no es un montón de definiciones que suenan bien y que se sacan como caballo de batalla ante una situación compleja.
El ser una persona ética, implica analizar las situaciones que día a día se presentan, darles vuelta, mirarlas desde un prisma diferente y, finalmente, emitir un juicio basado en lo que es correcto y no en lo que resulta cómodo.
En tan solo tres meses, descubrí que lo correcto no siempre es fácil, que no siempre debo estar de acuerdo porque convencionalmente es lo que se espera y que la única recompensa de ser fiel a mis principios es poder cerrar los ojos y pensar, antes de dormir, que no hay nada que me lo impida.